MACROMUNDOS

Conjugación

Agua y Tierra fueron una pareja fabulosa. Se complementaron tanto que parecían uno, se notaba su conjugación y su mezcla perfecta. Tierra era firme, pero cuando se juntaba con Agua se ablandaba y lo disfrutaba. Aun así, algo no encajó. Agua es inquieta: le gusta moverse de aquí a allá, sube, baja y se mete en los rincones más recónditos. Tierra es serio: no le gusta moverse, duro en sus sentimientos y prefiere estar firme en un solo sitio. Un día, Tierra deja de observar la belleza de Agua y levanta su mirada. Queda maravillado al ver que Aire es aún más hermosa. Decide coquetearle en secreto, pues nota que no es invasiva, no lo ablanda y lo acaricia con suaves arrullos. Se creó una relación secreta, pero sólo hasta que agua, con su dinamismo se desprende de Tierra y salta en forma de cascada. En ese momento conoce a Aire, y la impresiona tanto que sin darse cuenta se estrella contra Tierra de forma brusca y fuerte. Tierra es muy paciente, pero esta vez no pudo aguantarlo, así que se las arregló para crear a Fuego. Su idea es que Agua se enamore de Fuego para dejar su camino libre. Así, Agua y Fuego se acercaron, pero notaron que Agua se convertía en Aire, el mismo que Fuego necesitaba para existir. Entre los tres se conjugaron, y dejaron a Tierra olvidado. Comenzó a deteriorarse, le nacieron desiertos y erosionó. Aire, en uno de sus paseos cotidianos terminó en uno de los desiertos. Sopló para quitar la arena, pero no solucionó, así que buscó ayuda. Aire sopló, Agua inundó y Fuego iluminó, hasta que Tierra reaccionó, y vio algo nuevo en sí mismo: la conjugación de todos creó la Vida.