MACROMUNDOS

Extremo

Hay quienes planean vivir su vida con lo necesario. Hay quienes quieren asegurar lo justo, y disfrutar de los posibles excesos que puedan llegar a su diario vivir, pero claro, con moderación. Hay quienes no se atreven a tomar ningún tipo de riesgo, ya que cada uno puede desestabilizar la vida de maneras indescriptibles. Para todos ellos, existe un miedo tácito hacia lo desconocido, hacia lo que no ha sido explorado por ellos mismos y por sus cercanos. Y no está mal decidir ser cauteloso, pero esta historia se basa en una persona totalmente contraria a esta descripción.

Desde que Eliana llegó al mundo, se notó que ella sería diferente a todos los demás. Dicen que cuando naces, tu primer llanto es debido a que nunca has respirado y cuando lo haces por primera vez duele que se despeguen los pulmones. Pero Eliana no lloró ni siquiera cuando nació. Parece que ya estuviera preparada para lo que significa vivir. Desde el comienzo exploró, y su niñez fue llena de aprendizajes, de meterse donde nadie había entrado, de probar lo que nadie había probado y de actuar donde nadie había actuado. Claramente esto le trajo líos como algunos accidentes y ciertos malentendidos con vecinos, profesores y compañeros. Sin embargo, ella nunca lloró ni se quejó por ello. ¿Pero qué se podía hacer? Eliana siempre estaba donde menos se podía esperar. Afortunada o desafortunadamente, en su época no existía el internet. Para acceder a información era necesario ir a bibliotecas, o hablar con maestros. Para esta chica, ese era el plan B, pues su primera opción era verificarlo por ella misma. ¿Qué tienen los sapos por dentro? ¿Qué sucede si no duermo cinco días seguidos? ¿Qué pasaría si me boto del acantilado al lago del condado? Increíblemente, todas estas preguntas y muchas más fueron resueltas por ella misma, bajo su propia experimentación. Muchos podrían pensar que es una vida maravillosa la de Eliana, pues lo vive y lo experimenta todo de primera mano, pero las cosas pueden ser un poco más complicadas de lo que parecen. Eliana, activa como siempre, le es difícil concentrarse en una sola cosa a la vez, y necesita de muchas ayudas para recordar sus actividades, inclusive las básicas.

No sería raro pensar que a Eliana le gustan los deportes extremos, los juegos de azar y las apuestas, además de las exploraciones en lo desconocido. Su nivel de vida es tan rápido que sólo logra detectarse un problema: Eliana vive en soledad, y no quiere estarlo. Nadie aguanta su ritmo de vida, su manera de encarar las cosas de la vida y mucho menos esas continuas acciones que arriesgan todo a su alrededor sin pensarlo en el momento. Y no se puede decir que no lo ha intentado, pues ha logrado entablar relaciones cortas con algunos chicos y algunas chicas que han sido de su agrado. Lastimosamente los intentos no son duraderos y así como todo en su vida es veloz, la terminación con estas personas también lo es. Es difícil pensar en qué será lo mejor para ella en este punto, y desde afuera, cualquier percepción puede ser equivocada. Sólo queda esperar que algún día, ella tenga el tiempo para colocar en una balanza qué es más importante en su vida, y allí podrá tomar la primera decisión pensada profundamente. Si no llega ese día, es porque realmente este es un problema menor, y este no impedirá que siga disfrutando de su posiblemente larga, o posiblemente corta vida. ¡Salud por Eliana!