MACROMUNDOS

Mi Nuevo Equipo

Kahiua es un muchacho, y en estos momentos acaba de cumplir sus 24 años. Le han realizado una gran celebración junto con sus recientes amigos (y digo recientes porque los conoce hace escaso año y dos meses) con todo por lo alto, mucho alcohol, piscina, comida, músicos en presentaciones y una gran casa lujosa para su disfrute. Kahiua había logrado obtener todo esto por un "golpe de suerte" dicen muchos, o un "milagro" dicen los demás.

Veamos la historia de Kahiua: Algunos años atrás, su padre, don Kaleo, famoso por sus habilidades en la pesca, tuvo la extraña sensación de intentar aquel deporte que veía en su pequeño televisor, allá en ese lejano pueblo donde vivía. En su último viaje a la capital, invirtió en un balón de fútbol y ¡esa fue la novedad! Todos quisieron algo que ver con ese balón y la fiebre del deporte se apoderó del pueblo de Larhamy… solo hasta el día en el que el partido que iba ganando don Kaleo y su equipo despidió el balón por el acantilado que daba al bosque. Pero eso no podía quedar así, entonces don Kaleo saltó las primeras rocas gigantes y todo iba bien, cuando de pronto su pie se hundió con una piedra falsa y cayó estrepitosamente. ¡Pero tranquilos!, don Kaleo hoy está bien, a pesar que no pudo volver a jugar con su pierna lastimada. En cambio, Kahiua logró rescatar el balón unos días después, pero los ánimos y el físico impedían que don Kaleo lo volviera a usar como quiso. Su padre siempre anheló que Kahiua fuera un gran médico y atendiera en su pueblo, pero los precios del traslado y de la educación no le permitían más que soñar. Se generaron marchas y luchas por deshacer aquella ley que impedía el acceso a la educación, pero no fueron exitosas, y esto acabó con las pocas oportunidades que se pudieron haber presentado. Sin embargo, Kahiua se propuso una nueva meta: Jugar aquel deporte que acabó con los sueños de su padre. Se adueñó del balón que estaba guardado en el baúl de recuerdos y comenzó a practicar, días, semanas y meses enteros. Alternaba sus prácticas con la pesca que su padre no pudo continuar. Un año después Kahiua recibió de vuelta una carta de la capital ¡donde aceptaron su ingreso a la liga de fútbol de Samoa! Con turnos extra de pesca, Kahiua logró reunir lo de su viaje a la liga. Fue muy triste para don Kaleo saber que su hijo se alejaría, pero a la vez la felicidad invadió el pueblo ya que uno de sus habitantes iría a prácticas en liga profesional (...) pero no todo fue como se esperó. En el país vecino, Gadafi fue buscado, y entidades internacionales formaron bases militares en su territorio. El deporte redujo sus recursos y Kahiua apenas pudo mantenerse alimentado y vestido. Aun así, el día que Gadafi murió, la fiesta fue nacional, y nuestro protagonista estuvo en medio de la celebración, aspirando a volver a ser la estrella que alcanzó a ser en sus comienzos (...) ¡hasta que lo logró! ¡Kahiua logró entrar en el equipo profesional de su nación! Llegaron las eliminatorias del mundial del 2010 y aunque ningún resultado tuvo la victoria, Kahiua siempre guardó las esperanzas de llegar a ser el mejor futbolista del mundo. Su país fue el último de todos los de su región en aquellas eliminatorias, pero eso no fue suficiente para ahogar sus sueños, así que los entrenamientos continuaron (...) y en las eliminatorias siguientes, el 23 de noviembre del 2011 ¡lograron su primera victoria! La gente nunca había estado tan feliz desde la muerte de aquel tirano que les arrebataba la paz. ¡Samoa había ganado su primer partido a nivel internacional! (...) De pronto, Kahiua recibió la segunda carta de su vida: ¡El equipo profesional de los Rangers de Escocia estaba interesado en sus habilidades! El viaje no se hizo esperar, y Escocia no se imaginó que conocería a uno de sus mejores jugadores en todos los tiempos. Kahiua tuvo tantos éxitos, que pronto le llegaron ofertas de grandes equipos como el Milán de Italia y el Chelsea de Inglaterra. No fue difícil para Kahiua decidir, ya que siempre soñó con esa ciudad en medio del agua que veía en las películas. Italia sería su destino, y el Milán también tuvo la suerte de contar con sus habilidades (...) allá conoció a Leilaní, una hermosa mujer proveniente de las Filipinas, país vecino de su territorio natal. Las cosas pasaron tan rápido que, con menos de 5 meses de convivencia con Leilaní, Kahiua se enteró de una noticia que cambió su vida en absoluto. "Ser padre es una gran responsabilidad" le dijo todo el mundo, pero a Kahiua no se asustó, por el contrario, lo invadió la emoción. Así, decidió seguir con su vida junto a la incondicional mujer que lo acompañó, pero se presentó un pequeño inconveniente: El fútbol no podía seguir siendo parte de su vida. Kahiua pensó que el fútbol era un negocio temporal, y para el futuro de su familia futuro se necesitaría más, así que decidió estudiar la medicina que su padre le insistió, y con ello realizado regresó a su país, a su pueblo, donde creó la primera institución de salud de un nivel más allá del básico. La envidia no se hizo esperar, pues algunos de sus viejos rivales deportistas no quisieron que Kahiua se retirase, ya que sentían que tenían cuentas personales que arreglar (...) "¿dónde está mi hijo? ¿dónde está Eleu?" gritó desesperada Leilani mientras Kahiua se cogía la cabeza con desespero, tratando de entender qué pudo haber sucedido. Mientras tanto, Matheüs, ex-compañero de equipo y rival de posición jugó con el pequeño Eleu en el avión que lo alejaba de las rocosas zonas de Samoa. "Si esto no hace volver a Kahiua, nada lo hará" pensó mientras recibía un balonazo en la cabeza por accidente lanzado por Eleu. (...) Kahiua por fin decidió volver a Italia, totalmente destrozado y aún débil de aquellos meses de búsqueda tan difíciles. El primero en recibir a Kahiua fue el mismo Matheüs, quién con un abrazo le dijo: -"Tranquilo amigo, que los contactos del equipo encontrarán a tu hijo". Solo fueron necesarios un par de días para que Eleu apareciera en brazos de una desconocida pidiendo limosna en una de las calles de Venecia. Kahiua tomó esto como una señal de volver a su pasión, por esto, no pasó mucho tiempo para que Leilani se uniera a su familia y retomaran la vida que llevaban al conocerse en Italia.

Pero las cosas no quedaron ahí, pues Matheüs, quien tiene ahora la titularidad en su equipo por encima de Kahiua, aparte de tener siempre la envidia del Samoense, admira de una forma sexual a Leilaní. Por ello, hoy, día del cumpleaños número 24 de Kahiua, sin tener control sobre sus acciones, se lanza de forma salvaje encima de Leilani, y en un intento de violación cae encima de la mesa de vidrio que Kahiua recibió de su padre por las victorias obtenidas en la Liga de Campeones. El vidrio superior al recibir el jugador titular encima se parte en 48 pedazos reconocibles, y uno de ellos se levantó deprisa incrustándose así en su cuerpo, atravesando la boca del estómago y parte del pulmón izquierdo. Esto produce una hemorragia que en 16 minutos y 34 segundos arrebata la vida de la falsa estrella. Kahiua nunca se entera de lo que sucedió minutos antes, y mucho menos del pasado de su hijo. Pero la felicidad, esta esquiva sensación no volvió a escapar. Una vez cumplidos sus sueños, esta se quedó junto a él, su esposa y su hijo, en la tierra donde nació y con aquellos que siempre estuvieron a su lado, sin envidias ni rencores.